Por Oscar Villeda
La selección de representantes populares debiera centrarse en la capacidad administrativa y política de los funcionarios; sin embargo, en la práctica no es así y haciendo uso del refrán popular “quien tiene más saliva traga más pinole”, los gobernados se han convertido en víctimas de ciertos demagogos… charlatanes, embaucadores, merolicos o como los quiera llamar.
Los partidos políticos han monopolizado la ciencia que trata del gobierno y de la organización de la sociedad “política”, para fines propios; de vez en cuando sale un garbanzo de a libra, pero rápidamente es reconducido o reacondicionado -según corresponda- conforme al sistema partidista y en algunos casos hasta cupular, familias que por décadas han permanecido en el poder y manejan a su conveniencia el rumbo de la política o destino de un país, Estado o municipio.
De los aspirantes a dirigir el destino de millones de michoacanos, tres han fungido como Senadores de la república mexicana, algunos incluso en más de una ocasión: Cristóbal Arias Solís, de Fuerza por México (3); Raúl Morón Orozco, de Morena (2): y Antonio Soto Sánchez, del PRD (1).
Dos han accedido a una curul federal en un par de ocasiones: Cristóbal Arias (1982- 1985 y 1991-1994) y Antonio Soto (1997-2000 y 2006-2009), éste último también se desempeñó como presidente municipal de Timbuscatío (1990-1992), cargo de elección popular que comparten también Raúl Morón en Morelia -capital del Estado- (2018-2021) y Carlos Herrera Tello (PAN-PRD) en Zitácuaro por dos periodos (2015-2018 y 2018-2021) aunque en ambos solicitó licencia para buscar otro cargos políticos, dejando la administración en manos de Hugo Alberto Hernández Suárez, avalada por el Congreso del Estado.
En torno a la legislatura local, Antonio Soto (1992-1995 y 2018-2021) y Reginaldo Sandoval Flores, del PT (2012-2015), han tenido la oportunidad de generar, aprobar y/o desechar leyes en favor del pueblo michoacano.
Es de mencionar que, más de la mitad de los precandidatos han ocupado uno a más cargos dentro de la administración estatal, por ejemplo: Cristóbal Arias y Carlos Herrera, laboraron como Secretarios de Gobierno por un breve periodo; Antonio Soto, se ha desempeñado como Secretario de Desarrollo Económico, Social y Coordinador de asesores; mientras que Juan Antonio Magaña de la Mora, del (PV), ha trabajado en el poder judicial: Juez de primera instancia y Juez penal, además de Magistrado de la 4ª sala penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán (STJEM), cargo al que solicitó licencia por 5 meses.
Las excepciones son Reginaldo Flores y el empresario Hipólito Mora Chávez, del PES, así como de Raúl Morón, aunque éste fue dirigente general del Comité Ejecutivo Estatal de la sección XVIII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el año 1995.
Pero en realidad, ¿cuánto conoce la población de sus futuros representantes?, de sus propuestas, logros o trastabilleos, ¿quién verdaderamente queremos que nos represente, un político o demagogo?. Por un fugaz momento, los ciudadanos michoacanos tendrán en sus manos el poder traducido en boleta electoral, que al ser depositada en las urnas despojará al votante de su dominio para de nueva cuenta convertirse en gobernado hasta el siguiente proceso electoral, de ahí la importancia de saber elegir.
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