Por Oscar Villeda
Inconscientemente -o tal vez no- el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de Michoacán, hoy tiene un gran poder y la posibilidad de inclinar la balanza política a su favor en la entidad, no sólo para seleccionar al pre candidato de la alianza “Va por México” compuesta por PRD-PAN-PRI, sino también para fijar nuevos pactos y/o compromisos.
Si bien es cierto el Partido de la Revolución Democrática (PRD) mantiene en la pugna a dos aspirantes por la precandidatura a la gubernatura del Estado: Carlos Herrera Tello y el Diputado Local, Antonio Soto Sánchez; a simple vista, la contienda pareciere estar inclinada a favor del primero, más aún cuando ya le han manifestado su apoyo Ismael Sígala Páez y Antonio García Conejo, hermanos de Pascual Sígala (finado) y Silvano Aureoles Conejo, respectivamente, pilares del perredismo michoacano.
A ello, habría que sumarle que el Partido Acción Nacional, dio ante la visible carencia de relevantes actores y sin oposición alguna, la precandidatura a Carlos Herrera (véase https://evolucionenlineamich.wixsite.com/website-1/post/%C3%ADcaro-a-punto-de-tocar-el-sol?lang=es), quien ya ha iniciado su campaña política con el aval albiazul.
Sin embargo, los priistas mantienen total hermetismo al respecto e incluso se podría decir que se han convertido en los dueños del balón, es decir ante la premura del PRD y PAN “de acuerdo a su calendario” por seleccionar pre candidato, dejaron en manos del PRI la responsabilidad de mantener la frágil alianza, ya sea con la aprobación de un candidato común o de alinear a quien deseé participar, llámese como se llame.
El tricolor podría respaldar simplemente la figura del ex alcalde zitacuarense por mero compromiso y para cumplir con los acuerdos de la alianza, pero ¿que ganaría el partido y la militancia?; ciertamente, ya existen acuerdos para la repartición de las Diputaciones Locales y Federales, pero no para los ayuntamientos y mucho menos para las diferentes dependencias de gobierno (Secretarías y subsecretarías) y que decir de la mesa directiva del Congreso del Estado en donde se aprueba el presupuesto de la entidad; de licitaciones (contratos), plazas o la anuencia de proveedores, etc ¿de igual forma están en juego?.
Sin pecar de inocentes hay que analizar el paquete completo, la alianza no fue creada únicamente para hacer frente al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la política es un negocio muy lucrativo en México, y en este momento en particular en Michoacán el PRI tiene la sartén por el mango y podría subyugar las necesidades de sus aliados a su favor, incrementando su presencia y/o ganando beneficios para la colosal estructura (sectores y organizaciones) con miras a la siguiente elección, por mencionar.
Es simple, el PRD y PAN se apegan a las presentes y futuras necesidades del tricolor o todo se va al carajo (locución de enojo, Diccionario Breve de Mexicanismos de Guido Gómez de Silva) o como dirían los niños “agarro mi balón y se acabó el partido” y en este caso la alianza -al menos para la gubernatura-; de tal forma que, el PRI pudiera simplemente nadar de a muertito en espera de ver que pasa.
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